La niña seguía corriendo
sin parar, corría con tanta fuerza que finalmente el muchacho pudo ver como una
máscara salía volando. La cara angelical de ojos enormes mostraba al fin su
verdadera faz, una cara diabólica, ojos rasgados, boca enorme y feroces fauces.
El muchacho quiso frenar
inmediatamente sus pies, pero una fuerza sobrenatural le seguía moviendo al
costado de la singular criatura infernal.
Un gran remolino engulló literalmente a ambos en una especie de túnel inmenso. En pocos segundos ninguno de los dos personajes era visible desde el poblado.
El resto de habitantes
que observaron todo el episodio quedaron estáticos durante algunos minutos, no
comprendían lo que allí había sucedido. Transcurridos escasos segundos que
parecieron horas, iniciaron la marcha hacia el lugar donde aquel remolino se
había llevado al ser espectral y a su convecino…..